

Secciones
Servicios
Destacamos
José Sánchez Conesa
Miércoles, 23 de abril 2025, 01:05
Hace unos días dirigí el taller de la Universidad Popular titulado 'Un viaje a las tradiciones' celebrado en el Barrio de la Concepción, básicamente centrado ... en tradiciones festivas. En el local multiusos de los mayores puede ver en una exposición fotográfica dos fotografías de una quema de Judas, aunque en realidad la imagen reflejaba una quema del diablo frente al templo parroquial como acto final de unas misiones que estaban dirigidas por padres claretianos. En la otra apreciamos como cinco niños portan las cabezas de cartón de un lobo, un león, un gato y un ratón en una representación ante la efigie y un público numeroso y fundamentalmente infantil. La vecina Carmen Tudela, de 91 años de edad, cree que fue en 1943. Aunque en un programa de fiestas patronales se reproducen las fotos y se fecha en octubre de 1958.
El origen de la tradición es anterior a la difusión del cristianismo. La Iglesia trató de suprimir esta costumbre como rito pagano de purificación contra los malos espíritus y de adaptarla a su doctrina. La quema de los Judas es un rito mágico que propicia el comienzo de un nuevo ciclo de la naturaleza porque el mal anterior se destruye, personificado en el discípulo traidor.
'El Noticiero' de 22 de abril de 1935 indica a sus lectores cartageneros que la quema de Judas tendrá lugar el sábado por la noche en el Muelle como término de la Semana Santa, siendo la quema un acto repetido en las calles de la ciudad y barrios extramuros y que «murió sin saber cómo», constituyendo una fiesta vistosa y característica de Cartagena. Aunque en realidad el periodista probablemente desconocía que es propia de toda la cristiandad católica, si bien tal comentario viene a subrayar lo enraizada que estaba en el pueblo pues hemos recogido algunos testimonios de su celebración en pueblos del término y en caseríos diseminados por el campo. Si es cierto que su celebración ha sido intermitente. A las nueve y media salió desde el Parque de Artillería la cabalgata integrada por granaderos californios y marrajos, los judios y otras agrupaciones con trajes de otra época, bandas de música y de cornetas y tambores. En una carroza, la figura gigante de Judas y en torno a ella numeroso público, en su mayoría chiquillos, gritando al paso del traidor. Las luces de colores de las bengalas iluminaban el desfile. Una vez en el Muelle, tras un preludio de cohetes y fuegos de artificio fue quemado Judas, ardiendo rápido y bien, según el periodista, con el punto final de una traca. El comandante de artillería Julián Orcajo fue el organizador de este ritual festivo. Sabemos que se perdió la tradición en 1944, renaciendo nuevamente en un ciclo alternativo de desarrollo y extinción.
'El Noticiero' de Cartagena llevaba en la portada del sábado 4 de abril de 1953 que el ministro de Información y Turismo Arias Salgado visitaba la ciudad: «Sorprendentes y maravillosas son las procesiones de Cartagena». Se anunciaba para esa noche a las nueve y media la cabalgata de los siete pecados capitales y quema de Judas, con un itinerario que partía desde la plaza de España, recorría las calles del centro y ante el monumento a los Héroes de Cavite a las doce de la noche se procedería a la quema, finalizando con una fantástica traca. El cortejo estaba compuesto por comparsas de soldados romanos y trompeteros, cabezudos, huertanos, demonios, payasos, marinos, chinos, negros, El Gordo y El Flaco, Cantinflas y los hermanos Marx. Acompañando la carroza de La Soberbia, un caballista portador del guión estandarte de los guerreros romanos seguidos de romanos que tripulan la carroza y la acompañan. La Avaricia la abriría otro caballista con estandarte a la usanza hebrea y con tripulantes vestidos de turcos. Un soldado romano anunciará La Lujuria con comparsas de sátiros y con los ocupantes de la carroza con idéntico atuendo. Un caballista con indumentaria oriental abre La Ira, con un grupo vestido de igual forma. Otro romano a caballo mostrará el guión que da paso a la carroza de La Gula y a una comparsa y tripulantes de cocineros. A la usanza egipcia va el guión que da paso a La Envidia, con un grupo de mujeres ataviadas de esa guisa. La Pereza pasará con guerreros griegos. Por último, la carroza de Judas anunciada por un caballista hebreo y un grupo de demonios. El redactor nos cuenta que todas las carrozas llevarán al frente una banda de música y comparsas alumbradas con bengalas y hachotes encendidos, especificando que en las calles Carmen y Santa Florentina habrá sillas colocadas para presenciar el paso de la singular cabalgata.
En la misma portada se publicita un festival infantil en la plaza del Caudillo, a las cuatro y media del Domingo de Resurrección, evento organizado por el Frente de Juventudes y patrocinio del Ayuntamiento, que será anunciado por una cabalgata con payasos y cabezudos. Habrá lanzamiento de globos y juguetes, pudiendo participar los niños en una merengada y en una piñata.
En una sesión municipal en la que se aborda la terminación de las seiscientas viviendas de la denominada barriada de la Virgen de la Caridad, popularmente conocida como Las Seiscientas, se acuerda suprimir la quema de Judas de la programación de festejos, según informó 'El Noticiero' de Cartagena de 2 de marzo de 1961, sin añadir más datos. Tendríamos que esperar a la primavera de 1990 para vivir un efímero resurgir en el programa municipal de Semana Santa. ¿Qué barrio o pueblo recuperará nuevamente ésta tradición?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.