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Israel ha vuelto a atacar este martes la capital de Yemen, Saná, que se encuentra sumida en un apagón total por la afectación de las ... centrales eléctricas. El Gobierno hebreo asegura que ha dejado «completamente destruido» su aeropuerto internacional tras los nuevos bombardeos perpetrados por las fuerzas israelíes contra esta ciudad en manos de los rebeldes hutíes. Así, por segunda vez en 24 horas han atacado «objetivos terroristas» de los insurgentes. Una ofensiva que llegan como respuesta al lanzamiento del misil contra el Aeropuerto Internacional de Ben Gurión, el más importante del país hebreo y que se sitúa a las afueras de Tel Aviv.
«Lo he dicho dicho muchas veces. El que ataque a Israel tendrá sangre sobre su propia cabeza», ha advertido en un discurso el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ha seguido el desarrollo de las operaciones desde un búnker de la Fuerza Aérea, acompañado por otros mandos de militares y de su Gobierno. El mandatario ha recordado que la víspera ya había prometido que la respuesta israelí al impacto el domingo de un misil en el aeropuerto de Ben Gurión, situado a las afueras de Tel Aviv, no se limitaría a un único impacto y que Israel perseguirá a cualquier actor que represente una amenaza, en un mensaje dirigido tanto a los hutíes como a Irán.
El ministro de Defensa, Israel Katz, ha asegurado que los últimos bombardeos han permitido «destruir» el aeropuerto de Saná y, al igual que Netanyahu, espera que Irán capte este «mensaje de aviso». En este sentido, ambos han señalado que Irán debe asumir todas las consecuencias de los actos que perpetren sus múltiples «tentáculos», en alusión a los grupos afines en la región.
Al menos se han producido cuatro ataques este martes en Saná, según relatan testigos a la agencia Reuters. Poco antes las fuerzas israelíes habían advertido a la población que abandonara el entorno del aeródromo. «No evacuar los pone en peligro», anunciaba el ejército israelí en su advertencia, y publicó un mapa del área que rodea la instalación.
Allí los objetivos fueron tres aviones civiles, la sala de salidas, la pista de aterrizaje y una base aérea militar hutí. También habrían sido alcanzadas, la fábrica de cemento Amran, gasolineras y las centrales eléctricas de Haziz y Dhahban, lo que ha dejado sin luz a los habitantes de la capital. Se producen un día después de la agresión contra el puerto yemení de Hodeidah.
What used to be the Sanaa International Airport in Yemen 👇
— Dr. Eli David (@DrEliDavid) May 7, 2025
Epic FAFO.pic.twitter.com/thE2lBqWOg
El aeropuerto ha quedado fuera de servicio, al igual que el puerto atacado anoche y que era utilizado por los rebeldes para trasladar armamento. La fábrica de hormigón es un «importante recurso para el régimen rebelde», que utilizaría este material para la construcción de túneles y edificios militares. «Este es otro ejemplo del uso de infraestructura civil por parte de la organización terrorista hutí para llevar a cabo sus operaciones», han sostenido las fuerzas armadas hebreas. «Los ataques han sido perpetrados de manera selectiva y tomando precauciones para minimizar los daños civiles y las propiedades», recoge el texto.
Los insurgentes han denunciado la muerte de tres personas y otras 38 habrían resultado heridas de los ataques de este martes, mientras el último balance del Ministerio de Salud, en manos de los hutíes, asciende a cuatro fallecidos y 39 heridos en el bombardeo de Hodeidah.
Los hutíes han estado disparando contra Israel y sus barcos en el Mar Rojo desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, en lo que sostienen que es solidaridad con el pueblo palestino. Donald Trump, decidió pasar al ataque hace unas semanas y ordenar la mayor operación miltar desde su vuelta a la Casa Blanca para facilitar el libre tránsito de mercantes a través del Canal de Suez, y, desde entonces, el ejército estadounidense han protagonizado diferentes bombardeos contra los insurgentes yemeníes que se han cobrado decenas de vidas.
Pero parece que la operación ha llegado a su fin. O al menos es lo que ha anunciado este martes el presidente norteamericano, Donald Trump, quien ha asegurado que Washington interrumpirá los bombardeos sobre Yemen después de que los hutíes aceptaran cesar los ataques contra los barcos que navegan por el mar Rojo, respetando la libertad de navegación. Trump, que no ha dado detalles de este supuesto pacto, ha sugerido que fueron los hutíes quienes dieron el primer paso. «Nos dijeron: por favor, no nos bombardeen más y no vamos a atacar vuestros barcos», ha explicado el mandatario norteamericano, en unas declaraciones desde el Despacho Oval al recibir al nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney.
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