Turistas contra viento y marea en Cartagena

La mañana del Jueves Santo fue un hervidero de gente que inundaba las calles de una Cartagena aún con la resaca que dejaron tras de sí los cerca de 9.000 turistas que llegaron el pasado miércoles a bordo de cinco cruceros. Los establecimientos de hostelería y los comercios del centro histórico han sabido aprovechar muy bien esta incesante afluencia de turistas, que está animando la Semana Santa cartagenera y, por ende, la economía local.

A pesar del magnífico sol con el que amaneció el día, el viento y las nubes comenzaron a aparecer a eso del mediodía, aunque sin impedir que durante toda la jornada cartageneros y visitantes de otras tierras confluyeran en los bares y restaurantes de la ciudad.

Un bullicio al que se unía cada cierto tiempo el marcial desfile de la agrupación de Soldados Romanos Californios, con sus tambores marcándoles el paso.

Este jolgorio inicial dio paso al recogimiento y el respeto conforme se acercaba el inicio de la procesión del Silencio, último de los cortejos de la Cofradía California y el más solemne de todos ellos.