Israel e Irán firman una tregua inestable con bombardeos «hasta el último minuto»
Los dos países infringieron el inicio del alto el fuego y se asoman ahora a una frágil paz mientras se observan de reojo
El aeropuerto Ben Gurion volvió a operar este martes con normalidad mientras el ejército israelí suspendió todas las restricciones que pesaban sobre las escuelas, reuniones ... y lugares de trabajo. Todo ello son síntomas claros de que el alto el fuego con Irán funcionaba y que la población estaba dispuesta a estrenarlo tras la denominada 'guerra de los doce días'.
Iraníes e israelíes pudieron comprobar que la tregua es inestable, frágil, como dijo el ministro hebreo de Defensa, Israel Katz, a su homólogo estadounidense, Pete Hegseth: el Gobierno respetará el compromiso solo mientras el régimen de Teherán lo haga. Este martes fue posible gracias a la presión que ejerció Donald Trump. El anuncio sorpresa del presidente estadounidense en la noche del lunes sobre el final de la guerra, muy confuso en cuanto a horarios de entrada en vigor y carente de un acuerdo negociado entre las partes, dio lugar a una jornada caótica en la que unos y otros se acusaron de violar un acuerdo inexistente. De hecho, los bombardeos se sucedieron de madrugada «hasta el último minuto», según admitió la diplomacia persa.
Fue necesario que Trump diera un golpe sobre la mesa para imponer su criterio y lo hizo a base de mensajes en redes sociales en los que no le tembló el pulso para regañar a Israel como no se recuerda en la Casa Blanca. Finalmente, Benjamín Netanyahu y el Consejo de Seguridad Nacional de Irán confirmaron de manera oficial su respeto al alto el fuego y clamaron victoria tras un choque que deja más de 600 muertos en el lado iraní y 28 en el israelí.
El magnate estadounidense no ocultó su enfado con unos y otros. En un momento de la mañana en el que los israelíes acusaron al enemigo de lanzar un misil y anunciaron que iban a responder a esta «violación», Trump explotó ante los micrófonos de la prensa: «No estoy contento con Israel… Tampoco con Irán. Pero me entristece mucho que Israel quiera responder esta mañana por un cohete que no impactó, que fue disparado quizás por error… ¿Sabes qué? Básicamente, tenemos dos países que llevan peleando tanto tiempo y con tanta intensidad que no saben qué demonios hacen».
En cifras
628 personas
han muerto como mínimo en la guerra: 600 en el lado iraní y el resto en Israel.
15 objetivos
planeaba destruir este martes Netanyahu antes de ordenar el regreso de los cazas.
A los pocos minutos de pronunciar estas palabras, el mandatario recurrió a las redes sociales para ordenar a los aviones de su aliado que se dieran la vuelta: «Israel, no lances las bombas. Si lo haces, será una violación grave. Trae a tus pilotos a casa ¡ya!», exigió en mayúsculas.
Los mensajes de Trump fueron órdenes para Netanyahu y ambos líderes mantuvieron además una tensa conversación telefónica para terminar de zanjar la polémica. En ese momento, el ejército hebreo ya había fijado quince «objetivos importantes» en Irán hacia los que volaban los cazas. El primer ministro ordenó que regresaran, no sin antes acordar un único y último bombardeo puntual en el que, según medios iraníes, fue asesinado un alto cargo del servicio de Inteligencia.
La ofensiva del lunes de Irán a la base de Estados Unidos en Catar aceleró los acontecimientos. Los iraníes realizaron un ataque simbólico, con aviso previo a las autoridades de Doha y a Washington para no causar daños, y ese fue un mensaje que convenció a Trump, quien el domingo había ordenado el bombardeo de tres plantas nucleares de la república islámica.
El presidente alabó la actitud de los iraníes: «Quiero agradecer a Irán por avisarnos con antelación, lo que permitió que no se perdieran vidas ni que nadie resultara herido. Quizá Irán pueda ahora avanzar hacia la paz y la armonía en la región, y animaré con entusiasmo a Israel a que haga lo mismo». Dos horas después, escribió: «Alto el fuego total».
Trump se enfadó con los dos bandos por violar el alto el fuego: «No saben qué demonios hacen»
Los más críticos se quejan de que no habido una rendición ni un cambio del régimen de los ayatolás
Los momentos posteriores al anuncio fueron brutales a uno y otro lado. Ante la confusión sobre la hora de inicio, los dos países enemistados trataron de aprovechar hasta el último segundo. Israel bombardeó Teherán de manera muy dura durante la noche y los iraníes lanzaron decenas de misiles en varias rondas que lograron detener la vida en el Estado judío durante dos horas. En el último de los ataques, a las siete de la mañana, un misil superó las medidas de defensa y mató a cuatro personas en Beersheba, al sur del país, ante lo que los israelíes clamaron venganza. Según el recuento del diario 'Haaretz', Irán lanzó en doce días 585 misiles, de los que 30 lograron superar el Escudo de Hierro.
Israel levantó todas las restricciones y anunció la vuelta de la actividad al aeropuerto de Ben Gurion. El jefe del Ejército, Eyal Zamir, clamó victoria porque «hemos retrasado años el proyecto nuclear de Irán, y lo mismo ocurre con su programa de misiles», y advirtió de que «hemos concluido una fase, pero la campaña contra Irán no ha terminado».
El poder de las bombas
Entre los analistas de los principales medios se respiraba una sensación agridulce porque hubieran preferido una negociación al uso y bajo la presión de una guerra en la que han logrado el control del espacio aéreo de la república islámica. No se ha producido una rendición del enemigo, ni un cambio de régimen. Hay dudas sobre si tendrán libertad de acción en el futuro próximo ya que no hay nada por escrito. Este alto el fuego es una responsabilidad asumida por Trump y está a expensas de sus órdenes.
Por su parte, el régimen de los ayatolás sacó pecho y dijo que se llegó al alto el fuego gracias a la fuerza de sus bombardeos y a su decisión de responder a EE UU con el ataque a la base aérea de Al Udeid, donde no hubo víctimas.
El comunicado del Consejo de Seguridad Nacional recogía que los duros golpes recibidos habían obligado a Israel a «lamentar y aceptar la derrota y a detener unilateralmente su agresión». Lo que no se detendrá será el programa nuclear y el director de la Organización de Energía Atómica de Irán (OIEA), Mohammad Eslami, afirmó que se han tomado medidas para evitar cualquier interrupción de las actividades nucleares del país.
Netanyahu: «Hemos tirado por el desagüe su programa nuclear»
Pese a la bronca que le propinó este martes el inquilino de la Casa Blanca, Benjamín Netanyahu aseguró que «Israel nunca ha tenido un amigo como el presidente Trump». El primer ministro hebreo le mostró su agradecimiento por haber participado en «la defensa de nuestro país y la eliminación de la amenaza nuclear iraní» y no descartó viajar pronto a Washington para expresarle su gratitud en persona.
Durante un discurso televisado, Netanyahu calificó la guerra contra Irán como un acontecimiento histórico en el que «enviamos su programa nuclear a la basura. Si alguien intenta restaurar ese programa, actuaremos con la misma determinación y el mismo poder para cortar cualquier intento. Repito: Irán no tendrá un arma nuclear», sentenció.
El jefe del Gobierno hebreo se enorgulleció asimismo de haber colocado a Teherán en una situación de aparente fragilidad tras haber destruido sus centros de fabricación de misiles y la mayoría de los lanzadores. A su juicio, ahora podrá abrirse un «eje de prosperidad y paz de las naciones de la región».
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