Qué es el açaí y cómo preparar el postre que triunfa entre las 'influencers'

El açaí es una fruta que suele presentarse batida o en polvo junto con otros ingredientes y probablemente la hayas visto en los perfiles de redes sociales de algunas 'influencers'. La receta más famosa de este alimento es el açaí bol, un plato estéticamente bonito además de saludable que puede tomarse como postre, desayuno, merienda o incluso 'brunch'. Su sabor depende de los ingredientes que le añadas, pero es una receta dulce y con toques de helado por la elaboración del açaí. Además es muy colorido y su aspecto puede recordar a los platos frutales típicos de zonas como Hawaii.

Su origen se encuentra en Sudamérica, alrededor de la región amazónica de Brasil. Los frutos del açaí son de color púrpura intenso y la semilla es un 80% de la pieza, por lo que la parte comestible es considerable. Entre sus beneficios destacan sus propiedades antioxidantes y también contiene vitaminas B, C y E, minerales como el zinc, potasio o hierro y aminoácidos necesarios para la regeneración de la piel.

Tiene un sabor que recuerda a una mezcla de chocolate y bayas, que combina muy bien junto con otras frutas o semillas. Por ejemplo, una opción de receta muy recomendable es la que combina un plátano maduro congelado, frutos rojos congelados, media taza de leche o bebida vegetal y una cucharada de açaí en polvo. Lo único que tendrás que hacer es añadir todos los ingredientes en el baso de la batidora y triturar hasta obtener la mezcla. Si utilizas las frutas congeladas, la textura será más cremosa y compacta.

Una vez que esté conseguido, tan solo debes servirlo en un bol y decorarlo con los 'toppings' que más te gusten: puedes añadir semillas como la chía, frutos secos al gusto o granola y todo tipo de frutas cortadas, como fresas, kiwi, melocotón, arándanos e incluso coco rallado. Lo mejor de todo es que la receta es totalmente personal y adaptable, puesto que combina con infinidad de ingredientes. En función de tus favoritos tendrá un sabor más dulce, amargo o ácido y una textura más bien crujiente o cremosa. Sea como sea, el resultado es un plato saludable, rico y bonito con el que triunfarás en la mesa y en tus fotos 'culinarias' en redes sociales.

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