Cabisuar desmonta parte de la ciudad deportiva del Efesé

El FC Cartagena presentó en el verano de 2022 un megaproyecto de ciudad deportiva en una parte de las inutilizadas instalaciones deportivas de La Manga Club. En este lujoso resort de Los Belones se encontró la solución a los problemas endémicos del club para dejar de ser un equipo nómada, sin una instalación fija donde desarrollar su actividad diaria de entrenamientos. Con parte de la inversión del fondo CVC se proyectó alquilar tres campos de fútbol y a su alrededor construir dos grandes edificios de color albinegro con todo tipo de comodidades para los futbolistas, en dos fases a desarrollar durante los años siguientes.

En los bocetos iniciales se tenía pensado levantar un edificio principal de dos plantas con 2.388 metros cuadrados de superficie con zonas de confort, habitaciones para los deportistas y cuerpo técnico, un moderno gimnasio, una sala audiovisual de última generación, el comedor para los jugadores y una amplia zona de ocio. Esa segunda fase de la ciudad deportiva se presentó a medios de comunicación, tejido empresarial y autoridades políticas en un acto que tuvo lugar el 16 de marzo de 2023. Pero nunca se llegó a ejecutar. Tampoco una pequeña grada con alrededor de 600 butacas.

Lo que sí se construyó fue una primera fase desarrollada por la empresa Talasur Group basada en un edificio con vestuarios, aseos y salas de recuperación para tratar a los futbolistas lesionados. Esta zona se inauguró a finales de 2022, aproximadamente, y desde entonces la utiliza la primera plantilla en su día a día.

A raíz sobre todo de la llegada del entrenador Víctor Sánchez del Amo, en el verano de 2023, el club amplió la ciudad deportiva alquilando seis módulos prefabricados que paga a la empresa especializada Cabisuar. Esas zonas son de trabajo para el cuerpo técnico, espacios de reuniones y también para albergar ruedas de prensa previas a los partidos. Son esos módulos los que Cabisuar retiró ayer por la tarde, por primera vez desde que fueron instalados, de mutuo acuerdo con la entidad albinegra.

La empresa de Isidoro García acordó con el club vaciar esas zonas para darles uso durante estos meses, de inactividad para el primer equipo albinegro. En ningún momento se quitaron de allí por impagos del Efesé a esta empresa, pues el club ha cumplido en todo este tiempo con su proveedor si bien existe una deuda que sigue dentro de los noventa días que se dan de plazo, es decir, dentro de los márgenes legales que impiden tildar esa situación de impago porque está dentro de los límites establecidos.

La decisión de recuperar o no esos módulos a partir de la próxima temporada está en el tejado del club, que podría volver a contratarlos o prescindir de ellos, ahorrar esos costes y continuar ejerciendo su actividad en Primera RFEF exclusivamente con los servicios de vestuarios, aseos y salas de recuperación. El Cartagena, en un comunicado oficial, anunció que las retirará «temporal o definitivamente, según sea la planificación y las necesidades del cuerpo técnico».

La ciudad deportiva se mantiene actualmente con ese bloque de vestuarios y una carpa que se utiliza como gimnasio y que algunos futbolistas consideran «que no es nada profesional», especialmente cuando hay altas temperaturas de calor, sopla el fuerte viento o llueve. De los tres campos de fútbol en línea se utilizan los dos primeros, estando el tercero por ahora en desuso. En su momento lo usaba el filial albinegro, en la etapa en Segunda RFEF, aunque en los últimos meses en esa categoría los futbolistas utilizaron otras instalaciones en el municipio y en césped artificial al no poder usar las de la ciudad deportiva ni para ducharse ni para asearse después de cada sesión.

El club albinegro, en un comunicado que colgó en su web a media tarde, desmintió los impagos a Cabisuar, que este diario publicó por error durante una hora en su edición de internet hasta corregirla y ajustarla a esta edición del texto. La entidad albinegra dijo que LA VERDAD ha publicado «informaciones falsas, contenido adulterado, incorrecto y malintencionado».