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El FC Cartagena es, en estos momentos, un club completamente paralizado. Sus empleados esperan instrucciones de Paco Belmonte, el aún presidente, para comenzar a preparar ... el proyecto de la campaña 25-26. La idea es que Belmonte y su equipo sigan adelante, basando gran parte de su presupuesto en los 1,2 millones de euros que el club recibirá del fondo de compensación por el descenso de LaLiga, pero la realidad es que van pasando los días y no hay avances. Se especuló con la posibilidad de que la campaña de abonados se presentara el próximo martes, pero eso es completamente utópico. No hay nada preparado y será más adelante. Tampoco se han sondeado jugadores ni entrenadores y Manuel Sánchez Breis, todavía director deportivo, no escucha a los representantes que empiezan a llamar ofreciendo futbolistas y técnicos.
En el Efesé, ahora mismo, la prioridad compartida con Duino Inversiones es encontrar un inversor, vender el club y poner fin a esta etapa, ya que todos son conscientes de que el próximo año será muy complicado ni nada cambia. Es lo que quiere Belmonte. Y también Felipe Moreno. Y, por eso, toda la planificación del próximo ejercicio está parada, a la espera de que alguna de las operaciones que hay abiertas acaben fructificando. En ese sentido, son llamativos los movimientos del ex director deportivo del Real Murcia, Javier Recio, y el representante de futbolistas, Rafa Cascallana, para intentar comprar el Cartagena, algo que ya estuvieron cerca de conseguir en octubre de la mano del empresario valenciano Enrique Martí.
No lo lograron porque el dinero que Martí decía tener no llegó jamás. Aseguró que disponía de 16,5 millones de euros para adquirir el FC Cartagena, pero a la hora de la verdad no puso ni un céntimo. Eso fue terrible para la credibilidad de Cascallana y Recio, pero los cierto es que técnicamente el club estuvo en manos de Martí, ya que las acciones de la SAD albinegra llegaron a estar inscritas a su nombre en el Consejo Superior de Deportes (CSD). A pesar de lo sucedido entonces, en estos últimos meses Recio y Cascallana nunca han desistido y han mantenido el contacto con Andrés López Atenza, abogado de Duino Inversiones.
Así las cosas, en las últimas semanas se han intensificado esos contactos y tanto Recio como Cascallana están viendo fútbol e incluso hablando con representantes y futbolistas, con el fin de ir adelantando trabajo por si finalmente consiguen la financiación necesaria para entrar en el Efesé. Belmonte ha dejado claro que solo se irá si le pagan lo que él considera que merece. Y si esto no sucede, se quedará al frente del club, aún sabiendo que va a tener muy pocos apoyos y que será una campaña dura.
Recio, que fue el primer director deportivo de Felipe Moreno en el Real Murcia, sigue manteniendo una buena relación con el presidente del club grana. Y encontraría ciertas facilidades para entrar en el Cartagena, si presenta un proyecto serio y pone dinero encima de la mesa. Así las cosas, Cascallana se ha encargado en los últimos meses de buscar un inversor solvente, que no falle en el último momento como Martí, con el propósito de cerrar un acuerdo con Belmonte y Moreno y hacerse con la propiedad del club. En privado, aseguran que esta vez estará el dinero y que, por tanto, están cerca de cerrar el acuerdo.
El interés de Javier Recio por entrar en la gestión del Cartagena no es nuevo, ni mucho menos. Ya estuvo muy cerca de cristalizar la negociación con Belmonte que él lideró en nombre del empresario argentino Marcelo Figoli. Eso fue en la primavera de 2023, cuando los problemas económicos comenzaron a hacer mella en el día a día del club albinegro. También falló a la segunda en octubre de 2024. Y quiere que, ahora, a la tercera sea la vencida.
Los futbolistas del Cartagena 24-25 ya están buscando nuevo destino. Dos de los que posiblemente tengan sitio en Segunda son Salim El Jebari y Álex Millán. El primero está en el radar del Córdoba y el segundo, después de marcar seis goles en la segunda vuelta con la camiseta del Efesé, apunta al Málaga. No obstante, parece que el ariete maño quiere esperar, ya que el mercado está recién comenzado y cree que pueden llegarle ofertas mejores en las próximas semanas. En el Cartagena, mientras, nada se mueve. Tienen contrato Alcalá, Ndiaye y Ortuño, pero no está claro que los tres vayan a continuar. Sergio Guerrero firmó por dos años, pero queda libre tras el descenso. Quiere seguir, pero nadie del Efesé le ha propuesto continuar una campaña más.
El centrocampista malagueño Luis Muñoz, de 28 años, es uno de los que no ha cobrado aún las nóminas de marzo y abril. Fuentes del sindicato AFE confirmaron a LA VERDAD que hay jugadores que todavía no están al día y él es uno de ellos. Todo viene porque el '8' albinegro, que ha jugado 59 partidos y ha marcado 8 goles con la camiseta del Efesé en las dos últimas temporadas, fue el primero en denunciar los impagos ante el sindicato de futbolistas. Se adelantó al resto de sus compañeros y antes de la visita de David Aganzo al vestuario del Cartagena del pasado 8 de mayo en La Manga Club, ya puso en conocimiento de la AFE los impagos. Y presentó su denuncia.
Se da la circunstancia de que Luis Muñoz forzó la máquina en enero para que le dejaran salir del Cartagena, ya que tenía varias ofertas. El Sporting de Gijón fue el equipo que más se interesó por él, pero nadie pagó el dinero que el Efesé pedía para dejarlo marchar. En el caso de Jairo Izquierdo apareció el Elche para pagar su cláusula, de 300.000 euros. Pero Luis Muñoz no tuvo esa suerte y se tuvo que quedar. Además, tuvo la mala suerte de lesionarse. Y no quiso apostar por el tratamiento conservador que le aconsejaron desde los servicios médicos. Optó por operarse de la lesión del ligamento lateral de la rodilla, pero no quiso ser intervenido aquí. Se fue a Málaga, se operó por su cuenta y comenzó la recuperación al margen del club albinegro.
Paco Belmonte, presidente del Efesé, fue tomando nota de todo y, cuando se enteró de que Luis Muñoz había denunciado al club por impagos, le puso la cruz al futbolista malagueño. Todavía no ha cobrado y lo normal, teniendo en cuenta lo sucedido con jugadores que temporadas anteriores denunciaron al club, es que sea el último en percibir sus nóminas atrasadas.
A él tienen que pagarle todavía cuatro mensualidades (marzo, abril, mayo y junio). A sus compañeros hay que abonarles las de mayo y junio y Belmonte tiene de plazo hasta el 30 de junio para ponerse al día con la plantilla, para evitar un descenso administrativo a Segunda Federación por impagos.
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