El viaje

Es de noche. Termino de documentarme para un trabajo de Teoría del Arte y en el libro que tengo entre las manos Byung Chul-Han ... habla de 'Anomalisa', una película que me fascina. 'Anomalisa' es una película fantástica con un guion sobresaliente de Charlie Kauffman, Nueva York. Encuentro un blog antiguo de un chico valenciano que habla sobre la película a nivel psicológico. Y entonces entra la brisa muy fresquita por mi ventana porque el verano ya se fue y me pongo a escribir en mi whatsapp (Aaron del Futuro) unos versos basados en las frases de la película destacadas en el blog, en una conversación que tengo conmigo mismo. Me levanto y en la oscuridad del salón agarro la guitarra y empiezo a jugar con esos versos y aparece una pequeña rumba lenta, esa dulzura nocturna de melodías tranquilas pero elegantes. Y mientras escucho en los audios de Aaron del Futuro lo que voy garabateando, soleo encima la escala flamenca, me dejo llevar amparado en la noche para que nadie me vea, tal vez algún intervalo extraño salga por el balcón mar, y en esa cadencia española de los acordes reconozco una melodía de Djavan, el músico brasileño. Me sorprende encontrar ese rasgo hispánico en su melodía y cantando la canción recuerdo que en un verso habla de «dos jeques árabes» y descubro, mire usted por dónde, que Djavan no buscaba «lo español», ni «lo flamenco», si no lo árabe. Y este viaje en menos de una hora desde un filósofo surcoreano afincando en Alemania, pasando por un guionista americano de Nueva York, y un psicólogo valenciano, hasta un humilde músico español tocando flamenco y de nuevo hasta las manos del brasileño Djavan que termina por dar con los viejos cromatismos árabes, es, familia, la cultura. Ese viaje. Que nadie les quite la cultura. Que nadie diga que no vale nada.