

Secciones
Servicios
Destacamos
Casi una década. Ese es el tiempo que finalmente ha necesitado para empezar a materializarse una de las actuaciones medioambientales más importantes de los últimos tiempos en el municipio de Murcia: la recuperación de los antiguos meandros del Segura. Arrancará este proyecto con la restauración del antiguo cauce del río en el meandro Chico del Vivillo, enclavado en la pedanía de Rincón de Beniscornia.
Fue el pasado viernes cuando la Junta de Gobierno municipal aprobó al fin la licitación del proyecto. Sus pliegos se encuentran ya en la plataforma de contratación del sector público y las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 29 de mayo. El presupuesto base de la actuación alcanza los 1.726.018 euros (IVA incluido), los cuales llegan financiados, en su práctica totalidad, por fondos europeos Next Generation, canalizados por la Fundación Biodiversidad, que aportarán a la intervención un total de 1.670.158 euros.
Proyecto de restauración fluvial del Meandro del Vivillo
Rincón
Murcia
de Beniscornia
Río Segura
Rincón
de Seca
Caminos perimetrales, terrizo
y tierra compactada
Senda de ribera, tierra compactada
Plataformas de estancia, tierra
compactada con muro de contención
Ribera inundada
Ribera húmeda
Ribera seca
Ribera húmeda
Ribera seca
Lecho del río
Escolleras
Resto del cauce actual
Talud de bioingeniería
Conservación alineación arbolado
Proyecto de restauración fluvial del Meandro del Vivillo
Rincón
Murcia
de Beniscornia
Río Segura
Rincón
de Seca
Caminos perimetrales, terrizo
y tierra compactada
Senda de ribera, tierra compactada
Plataformas de estancia, tierra
compactada con muro de contención
Ribera inundada
Ribera húmeda
Ribera seca
Ribera húmeda
Ribera seca
Lecho del río
Escolleras
Resto del cauce actual
Talud de bioingeniería
Conservación alineación arbolado
Proyecto de restauración fluvial del Meandro del Vivillo
Rincón
Murcia
de Beniscornia
Río Segura
Rincón
de Seca
Caminos perimetrales, terrizo
y tierra compactada
Senda de ribera, tierra compactada
Plataformas de estancia, tierra
compactada con muro de contención
Ribera inundada
Ribera húmeda
Ribera seca
Ribera húmeda
Ribera seca
Lecho del río
Escolleras
Resto del cauce actual
Talud de bioingeniería
Conservación alineación arbolado
El plazo de ejecución del proyecto, que ha sido redactado por la Urbanizadora Municipal (Urbamusa), está fijado en un año. Cierto es que, en principio, la convocatoria de ayudas europeas fijaba como umbral para la finalización de la actuación el 31 de diciembre de 2025, «prórrogas incluidas», pero desde el Consistorio no creen que haya problemas en lograr una ampliación, máxime cuando se trata de una actuación que se debe encontrar plenamente en marcha en unos meses, mucho antes del fin del verano. No obstante, el contrato se ha tramitado por el procedimiento de urgencia y uno de los criterios de puntuación para la valoración de las ofertas es el de reducción del tiempo de ejecución hasta en tres meses.
Como suele ocurrir con muchas de las grandes apuestas municipales, no ha sido rápido ni sencillo el camino para convertir esta actuación en una realidad tras su concepción. Fue a finales del año 2017 cuando el Ayuntamiento firmó un primer convenio con las universidades públicas de Región (UMU y UPCT) para crear un grupo de trabajo que elaborara una estrategia para la recuperación ambiental y la adecuación del río Segura y de los espacios libres de los meandros de la zona oeste.
Desembocó este trabajo, en 2019, en un documento de propuestas que se acabó por concretar en una serie de intervenciones «prioritarias» por su «representatividad» dentro de todo el trabajo realizado y por su proximidad y centralidad respecto «a los núcleos más densamente poblados del entorno», incluyendo las pedanías de La Arboleja, La Albatalía, Rincón de Beniscornia, la Raya y Rincón de Seca, permitiendo compensar, además, «la escasez de espacios verdes» en estas áreas, según señala la memoria del proyecto.
Fueron así seleccionadas las actuaciones en el meandro del Molino de la Rosquilla Oeste –uno de los más grandes–, en el del Molino de Funes –catalogado como mediano–, en el Chico del Vivillo, considerado como un codo de tamaño pequeño, y en el de la Rambla de la Ventosa, por su capacidad de conexión del valle fluvial con el entorno más próximo.
«Soy partidario de desarrollar planes de acción en cada área y eso hice cuando asumí las competencias de Huerta y Medio Ambiente; así, una vez que teníamos identificados los proyectos, tocaba esperar a que apareciera la financiación necesaria, ya que se trata de actuaciones caras que afectan a dos millones de metros cuadrados», señala el edil responsable del proyecto, Antonio Navarro.
Y en esas se cruzó en 2021 una convocatoria de fondos destinada a la restauración de ecosistemas fluviales a la que concurrió el Ayuntamiento –gobernado entonces por PSOE y Cs–, obteniendo fondos para una de las cuatro intervenciones planteadas, la del meandro del Vivillo. Desde entonces ha necesitado el Consistorio casi tres años para cerrar la licitación de unos pliegos que han precisado de varios informes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) –alguno de los cuales obligó a introducir correcciones–, así como de la Dirección General de Patrimonio Natural y Acción Climática de la Comunidad Autónoma y de una autorización de la Junta de Hacendados, ya que se modifica un brazal para que vierta los excedentes del riego al río en ese punto.
Recuerda Navarro Corchón que esta recuperación, integrada dentro de la parte periurbana del proyecto Murcia Río, es «una actuación medioambiental y ecosistémica, que cuenta también con una dimensión práctica de mitigación de las inundaciones, así como una vertiente social». Así, esta actuación permitirá, por un lado, renaturalizar el cauce, eliminando las cañas, recuperando el bosque de ribera y favoreciendo hábitats y dinámicas propias del entorno como rápidos, islas y remansos.
Asimismo, la recuperación de la curva que eliminó el Plan de Defensa contra las Avenidas –ejecutado por la CHS en los 90– permitirá reducir la virulencia de las inundaciones, gracias al ensanchamiento de la llanura aluvial, al mejor drenaje de las terrazas y a la disminución de la velocidad del caudal a su paso por el codo. Finalmente, se generarán zonas estanciales, de paseo y de disfrute para la población. En este sentido, se hizo hincapié en su día en la creación de la primera playa fluvial del municipio, de carácter sedimentario, la cual «no estará destinada el baño», según aclaran los pliegos, constituyendo, únicamente, una plataforma de acceso al cauce con valor paisajístico.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.