Muere un segundo herido por la explosión en un laboratorio clandestino de marihuana en Espinardo

La explosión registrada el pasado 31 de enero en un piso del barrio del Espíritu Santo, en Espinardo (Murcia), ha dejado ya dos víctimas mortales. El pasado viernes falleció uno de los ocupantes de la casa que permanecía ingresado en la UCI del hospital de la Arrixaca desde el día del siniestro, debido a las graves quemaduras sufridas, tal y como confirman fuentes de la Consejería de Salud. El hombre, cuya identidad no ha sido felicitada, se convierte en la segunda víctima mortal del suceso.

La explosión tuvo lugar en un inmueble antiguo de la calle San Ignacio, y en un primer momento se atribuyó a la posible explosión de una bombona de butano. Sin embargo, las investigaciones de la Policía Nacional apuntan a que el origen real fue la manipulación de marihuana con gas butano para extraer aceite de hachís, un proceso altamente inflamable y extremadamente peligroso cuando no se realiza en condiciones controladas.

La deflagración destrozó el interior del piso, provocando un incendio que calcinó varias estancias de la vivienda y reventó ventanas y tabiques. En el momento de la explosión se encontraban al menos tres personas manipulando la droga, uno de ellos identificado como el hijo de uno de los patriarcas del barrio. Dos de ellos resultaron gravemente heridos por quemaduras, y fueron trasladados urgentemente al hospital. Uno de ellos falleció una semana después de la deflagración. El otro herido, que se encontraba en la UCI por las graves quemaduras, falleció el viernes. El tercer herido fue trasladado a planta y se encuentra fuera de peligro.

Además de los heridos graves, tres vecinos del edificio tuvieron que ser atendidos por los sanitarios debido a crisis de ansiedad provocadas por el estruendo. Según relataron testigos, «el estallido fue como un bombazo, y luego salió una llamarada enorme por una de las ventanas».

Los servicios de emergencias recibieron el aviso sobre las 18 horas. Tres vehículos del cuerpo de bomberos se desplazaron al lugar para sofocar el incendio y ventilar el inmueble. La escena causó gran alarma entre los vecinos, que salieron a la calle atónitos y preocupados por las posibles consecuencias.

La Policía Nacional investiga si la vivienda estaba siendo utilizada como laboratorio clandestino para la producción de derivados del cannabis. También se estudia la posibilidad de que existiera un enganche ilegal al suministro eléctrico, una práctica habitual en instalaciones destinadas al cultivo de marihuana, que podría haber contribuido al riesgo de deflagración.

El barrio del Espíritu Santo, una de las zonas más deprimidas de Murcia, es conocido por ser un foco usual de tráfico y elaboración de sustancias estupefacientes, lo que ha motivado varias intervenciones policiales en los últimos años.

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