Colegios e institutos de Cartagena recurren a ventiladores para afrontar las elevadas temperaturas
Los padres del CEIP San Fulgencio de Pozo Estrecho reclaman la instalación de aire acondicionado en el comedor escolar
La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del colegio San Fulgencio de Pozo Estrecho ha presentado varias reclamaciones para solicitar la instalación de aire acondicionado ... en el comedor escolar del centro. Una demanda que se remonta prácticamente al instante en el que esta infraestructura abrió sus puertas en 2023. Unos 70 niños, de entre los 3 y los 12 años, comen allí cada día. «Los niños de Infantil comen sobre la una de la tarde y los de Primaria un poco más tarde, a la una y media, y a esas horas el calor que hace en el comedor es insoportable. Los alumnos salen de aquí sudando todos los días», afirmó la presidenta del Ampa, Isabel Carrión.
Con el objetivo de paliar la sensación de calor y las altas temperaturas de este espacio, la Ampa ha comparado varios ventiladores, pero no son suficientes y los cables de las alargaderas suponen un riesgo añadido para los alumnos. «El aire acondicionado en esta Región no es un lujo, es una necesidad. Desde mediados de mayo y hasta octubre las temperaturas son muy altas y no podemos tener así a los niños», declaró Carrión.
Las solicitudes han sido enviadas tanto a la Junta Vecinal Municipal como al Ayuntamiento de Cartagena. «Lo que nos dicen es que lo están viendo, pero todavía no tienen fecha, y aquí los termómetros marcan entre 35 y 40 grados a la hora en la que los niños están en el comedor. Es un horno», aseguró Carrión.
El comedor escolar del CEIP San Fulgencio es fruto del esfuerzo de los propios padres del centro y de la ayuda que aportaron muchos de los vecinos del pueblo que cedieron tanto materiales como mano de obra para llevarlo a cabo. El Ayuntamiento de Cartagena se hizo cargo de renovar la instalación eléctrica para que soportara el voltaje de los nuevos electrodomésticos, mientras que la Consejería de Educación aportó el equipamiento de la cocina.
«Llevábamos varios años pidiendo el comedor y al final la obra nos la hicimos los padres, gracias a muchos vecinos que donaron materiales, la mano de obra, la pintura. También nos encargamos nosotros de pagar la acometida de agua. El Ayuntamiento puso la instalación eléctrica y la Consejería todo el equipamiento para montar la cocina», recordó la responsable de la Ampa. Los padres actuaron entonces movidos por la necesidad de contar con servicios como el de comedor, que les diera facilidades a la hora de conciliar su vida laboral y familiar. De esta forma, el Ampa contribuyó también a frenar el éxodo de alumnos de Pozo Estrecho a otros centros educativos que les dieran la opción de dejar a los niños a comer.
«Una situación generalizada»
Con la llegada de la primavera, las altas temperaturas no sólo se están dejando notar en el comedor escolar de la diputación de Pozo Estrecho, también otros centros educativos del municipio sufren cada año este problema dentro de las propias aulas.
De hecho, los ventiladores se han convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los artículos estrella en las votaciones de los Presupuestos Participativos escolares, que cada año pone en marcha la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de Cartagena. También fuera de este proyecto, el Consistorio ha surtido de estos aparatos a muchos de los centros que no cuentan con aire acondicionado, como al CEIP Vicente Medina. «Tenemos unos pequeños ventiladores que puso el Ayuntamiento y ayudan, pero hay días que los niños pasan mucho calor», indicaron desde la Jefatura de Estudios del centro.
Desde la Fampa explicaron que se trata de «un problema generalizado» que ha llegado a normalizarse y reconocieron el alto coste que implicaría el aire acondicionado en todos los centros, ya que implicaría poner instalaciones eléctricas nuevas que pudieran soportarlo.
Desde la Consejería de Educación recordaron que los centros cuentan con unas instrucciones para que sepan cómo deben proceder ante una subida excesiva de las temperaturas. Estas instrucciones dejan autonomía a los centros educativos para actuar, de forma que la dirección de cada uno de ellos podrá adelantar el final de la jornada escolar, garantizando los servicios de transporte y comedor, en los casos en los que esté justificado porque se alcance una temperatura superior a los 27 grados en el interior de las aulas.
Del mismo modo, en dicha norma también queda recogido que se adaptará el desarrollo de las actividades escolares, complementarias y extraescolares. Concretamente, se evitará dar clases de Educación Física en el exterior en los momentos de excesivo calor, pudiendo suspenderse en todo caso las actividades físicas de esta asignatura a partir de las once de la mañana.
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Educación cree que retirar el amianto paliará el problema
Con el objetivo de contribuir a rebajar las temperaturas dentro de los centros educativos, la Consejería de Eduación está ejecutando el Plan de Eficiencia Energética y Reconversión Bioclimática 2020-2027, que incluye 166 actuaciones en centros de 38 municipios de la Región de Murcia, tanto de Primaria como de Secundaria, para el que cuenta con un presupuesto de 27 millones. Enmarcado en este plan, este año está previsto llevar a cabo obras para cambiar las cubiertas de fibrocemento e instalar placas solares para autoconsumo en 15 centros educativos, en los que se va a invertir más de 5,5 millones de euros. Con las nuevas obras previstas se habrá ejecutado más del 50% del plan.
En el municipio de Cartagena son cinco los centros que se van a beneficiar de este programa: el colegio Santiago Apóstol de Miranda, San Félix, Gabriela Mistral, Luis Vives de El Albujón y San Cristóbal. Tal y como han indicado en varias ocasiones fuentes de la Consejería, esta iniciativa ayuda a reducir hasta en 8 grados la temperatura en el interior de los centros educativos, gracias a la mejora del aislamiento y se ahorra hasta un 30% en la factura eléctrica.
También en ese sentido están enfocadas las obras de rehabilitación que se van a efectuar proximamente en el IES Isaac Peral, ya que incluye mejora de la envolvente térmica para reducir la demanda energética con la sustitución de carpinterías y acristalamientos, el cambio de cubiertas, la mejora del aislamiento térmico, instalación de placas solares fotovoltaicas y mejora de la iluminación. Esta actuación está enmarcada dentro del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep), del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.
Según manifestaron estas fuentes, «la Consejería cuenta con una auditoria de todos los centros educativos, conoce sus necesidades y no todos los centros tienen las mismas necesidades en cuanto a reconversión bioclimática. En función de dichas auditorias se planifican y se priorizan las actuaciones».
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