

Secciones
Servicios
Destacamos
Un lugar de Murcia de ensueño fue Recreative Garden, en Espinardo, un paraíso perdido construido bajo el mecenazgo del empresario y comerciante de la seda Juan Montesinos, construido sobre un proyecto del arquitecto Pedro Cerdán con ornamentación escultórica de Anastasio Martínez Hernández. La pintora murciana afincada en Madrid Marina Romero Montesinos recrea el ambiente de aquel espacio tan singular de ocio y recreo de Murcia, desmantelado en 1973, con destino desconocido, en la exposición 'Recreative Garden en la memoria', que se inaugura este viernes, a las 19:30 horas, en la Sala Alta del Real Casino de Murcia, y que podrá visitarse durante un mes, hasta finales de mayo.
Aquel centro de recreo de 30.000 metros cuadrados contenía exóticos jardines, salones de lectura, restaurante, teatro para representaciones y conciertos y velódromo, entre otros, según cuenta en el catálogo María Dolores Montesinos. «Tal fue su popularidad que llegó a crearse una línea de tranvía para llegar hasta allí», recuerda. Marina Romero conoce bien la historia porque en ella están involucrados sus dos bisabuelos. Por una parte, el empresario Juan Montesinos, un hombre que quedó fascinado por el modernismo, el art decó y la exposición universal de París. Por otro lado, José Sánchez Franco, quien impulsó la instalación de la primera emisora de Radio Murcia EAJ17, cuya inauguración fue el 2 de agosto de 1933.
La mayoría de pinturas que aparecen en la exposición están inspiradas en fotografías reales del álbum familiar de la madre de Marina. «Muchas son del álbum de su viaje de novios a Palma de Mallorca. Ella es una cinéfila empedernida, y algunas de esas imágenes, tomadas en 1953 como autofotos, parecen inspiradas en clásicos del cine de Burt Lancaster, de Audrey Hepburn, de Gregory Peck, de Clark Gable... Mis padres formaban una pareja con mucho glamur. Como le gustaba tanto el cine y la fotografía, en cierto modo imitaba a sus actrices favoritas incluso en la manera de vestir». Marina Romero conoció el Recreative Garden, que fue, en realidad, «un regalo para Murcia». La madre de Marina era nieta de Juan Montesinos, y esta exposición es, en cierto modo, un homenaje a su madre, pero también a la familia que promovió este lugar tan especial, que estaba ubicado cerca de la salida de Murcia, por donde tenía que pasar todo el mundo para ir y venir a Madrid.
«Tocar los pinceles es como volver a respirar», dice siempre Pedro Cano, maestro y amigo de Marina Romero, que ya ofreció en el Real Casino de Murcia hace cuatro años su 'Homenaje a la pintura americana' en el que la mítica actriz Marilyn Monroe era el hilo conductor de obras icónicas del siglo XX. Dice Ida Chacón, escritora, a propósito de la obra de Marina Romero, que «pasea por la vida de puntillas, sin ruido, inundándola de arte». «Una pintura sin estridencias, que no busca la genialidad porque la lleva intrínseca, sin más», incide. «La perfección de la figura humana y el retrato se observa en todos y cada uno de sus cuadros».
Marina Romero
Pintora
En estas obras dedicadas a sus padres, Marina Romero reproduce con sus pinceles escenas vividas por ellos, pero también por otros miembros de la familia que disfrutaron de ese Recreative Garden. «Según mi madre, mi bisabuelo Juan, que tenía una fábrica de seda, soñaba en francés. Quedó tan impresionado por el modernismo y la exposición universal de Eiffel que encargó una barraca modernista, en realidad, que era una especie de pabellón adjunto a la casa familiar. Él no pensó que fuera una casa, sino un jardín recreativo para Murcia con hipódromo y velódromo, como una especie de parque para Murcia que llegaba desde el principio de Espinardo hasta la Senda de Granada».
Dice José María Rueda Andrés, pintor y profesor titular de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid, que «Marina Romero sabe que en el amor se debe situar el origen de toda la creación, y arropada por el bagaje de sus conocimientos, emociona sutilmente. Sin aspavientos». Una exposición que adentra a los espectadores en una nebulosa en la que el oxidado tiempo pasado es revivido en tonalidades verdes, carmelitas y amarillas. Escenas bellísimas de otra Murcia.
Publicidad
J. Gómez Peña y Gonzalo de las Heras (gráfico)
Sara I. Belled y Jorge Marzo
Melchor Sáiz-Pardo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.