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Francisco Ojados
Sábado, 14 de septiembre 2024, 08:15
Enrique Ponce (Chiva, Valencia, 1971) se despide de la plaza de toros de Murcia el lunes 16 de septiembre en una corrida que ha adquirido ... categoría de acontecimiento. Además, el público murciano dirá adiós a uno de sus toreros más señeros de las últimas décadas: Pepín Liria. La corrida está cuidada al detalle: mano a mano, goyesca y con toros escogidos de tres hierros diferentes.
Hablamos con el maestro valenciano, figura de época, a solo unos días de comparecer en La Condomina y le preguntamos en primer lugar por cómo está viviendo esta temporada de despedida: «Estoy muy contento. Después de cuatro años sin torear, quieras o no, uno tenía sus dudas de cómo se iba a encontrar. Este año es un hola y adiós, motivado por la afición que en muchos sitios donde me veían me insistían en que no podía irme así y que les gustaría verme una última vez. Mi historia está escrita y no vengo a quitarme ninguna espina, ni nada parecido, porque yo estoy absolutamente realizado por lo que he conseguido en el toreo, pero sí es cierto que me estoy encontrando muy bien y algunas de las faenas de este año pueden contar como de las mejores de mi vida, lo que dice mucho del momento en el que encuentro. Está siendo una despedida muy bonita artísticamente pero, sobre todo, para mí está siendo muy emotiva en cuanto al recibimiento de la gente en las plazas».
–Una temporada muy cuidada.
–Creo que se han hecho las cosas bien. No ha sido fácil para mí hacer una selección de plazas. Gracias a Dios durante todos estos años puedo decir que he triunfado en todas las plazas de España, en las cuales me he sentido realmente querido y respetado. En un principio yo quería contar con unas diez plazas, pero me ha resultado imposible y se ha ampliado el número a las 22 que van a ser al final. A las plazas donde vamos hay un motivo especial, que otras muchas también los podrían tener, pero siempre uno tiene sus predilecciones y se ha tenido en cuenta también mucho el calendario.
–Entre esas plazas especiales está, desde luego, Murcia.
–Por supuesto. Murcia es de las que estaba desde el principio. Creo que allí hemos escrito una historia en estas tres décadas con muchas tardes de triunfo. Ya desde novillero, en esa novillada que fue de las primeras y que fue muy importante para mí, y luego de matador, han sido muchas tardes especiales, desde la del primer indulto de 'Bienvenido' en el año 92. En total, he indultado cuatro toros en Murcia. Recuerdo grandes faenas de rabos. Son tantas tardes importantes en Murcia que no sabría quedarme solo con una. Murcia es una de las plazas donde me he sentido más a gusto y más querido. Lo he dicho siempre: Murcia es una de mis plazas.
–Mano a mano con Pepín Liria.
–Surgió por la amistad que tenemos y que todos sabéis. Hablamos y le dije: ¿Quieres torear conmigo en Murcia? Me dijo que le encantaría estar conmigo este día y le contesté que si era así debía ser mano a mano. Pepín es el torero representativo de Murcia y somos dos toreros queridísimos en esa plaza y que los dos en su despedida vayamos juntos creo que va a ser algo histórico.
–Es una corrida que está adquiriendo la categoría de evento.
–Es que lo es. Un evento histórico en el que dos toreros del gusto de la afición de Murcia de tantos años se van a despedir juntos. Liria va a torear esa corrida por acompañarme y es como el anfitrión que recibe un invitado en su casa.
–En este caso el invitado también es de la casa.
–El invitado puede entrar sin tocar (ríe). Te lo digo de verdad, es una de las corridas que más ilusión me hace de toda la temporada. Esta tiene algo especial.
–También le hará ilusión ese 9 de octubre en Valencia.
–Por supuesto. Es mi tierra y quería que la última fuera allí, pero al surgir América será la última que toree en España.
–Cuénteme lo de despedirse en América.
–No contaba con esto que ha surgido. Al final es un tributo que tengo que pagar con la afición de América. Me he visto presionado y me han convencido, porque he entendido que era tremendamente injusto no aparecer en esas plazas americanas en las que he obtenido tantos y tantos triunfos en estos años. Va a ser un número muy reducido de festejos, pero tenía que hacerlo.
–¿Qué tiene confirmado en América?
–Ahora mismo Lima. Estamos negociando porque todo esto ha sido muy reciente. Los empresarios nos están llamando y tenemos que hacer una selección de plazas que sean muy significativas.
–¿México? Ponce ha sido un ídolo en la plaza más grande del mundo.
–Claro que cuenta. Si se hace México sería la última. El 5 de febrero lo más seguro.
–A Madrid irá, pero donde no irá finalmente será a la Maestranza de Sevilla.
–No ir a Sevilla me da mucha pena y lo llevo clavado. Me hubiera gustado haberme despedido de Sevilla, pero coincidía con la Feria de Otoño de Madrid y las corridas de Valencia y Madrid fueron las dos primeras que cerré. Cuando a mí me llaman de Sevilla para ir el día de antes o el de después de Madrid, yo no lo veía. Sobre todo porque había concretado ya Madrid y quería concentrarme para lo que es una despedida de Madrid. Unos lo podrán entender y otros no, pero mi idea es que en esos días solo debía torear en Madrid. Salieron otras cosas y dije que no. Por supuesto que me hubiera gustado despedirme de Sevilla, y hubo predisposición por parte de la empresa, y me duele en el alma no hacerlo.
–Físicamente se le ve muy bien. La gravísima lesión de rodilla parece olvidada.
–Es un milagro que quedara todo tan bien. Fue una rodilla destrozada por todos lados, de la que te puedes quedar cojo, y en ese sentido estoy muy recuperado. Siento molestias y pinchazos en algunos momentos, pero me he adaptado y no me limita. Y físicamente me siento muy bien en general. Estoy igual que estaba.
–El golf también ayuda [Ponce es un gran aficionado a ese deporte].
–Creo que ayuda más la genética (ríe). Nunca he sido de engordar y me he mantenido siempre muy bien. He sido una persona muy activa, me he cuidado siempre por salud y esas cosas ahora se notan.
–Recordaba el día que vino de novillero y sorprendió a Murcia, acompañado de su abuelo. ¿Qué queda de aquel niño en el Ponce de hoy?
–Muchas cosas. Sobre todo, la ilusión. La ilusión de torear bien, de mejorar, de sentir, de lograr la comunión entre toro, torero y público. Mantengo intacta esa ilusión por llegar a una plaza y cuajar el toro de tu vida. La ilusión con la que estoy afrontando esta temporada de despedida se puede comparar con la de un chaval que empieza.
–En lo mental parece que le ha venido bien torear, frente a las opiniones de determinada prensa del corazón sobre su vida privada.
–A mí eso me da lo mismo. Tengo muy claro todo y en lo personal estoy feliz, que es lo importante, y me encuentro muy bien. Eso, queramos o no, también se refleja delante del toro. Y ya te digo, que tengo mucha ilusión, estoy feliz con mi pareja y estoy muy bien de cabeza. Estar delante de un toro con problemas no es lo más aconsejable.
–Estamos deseando verle el lunes en La Condomina.
–Yo también. Tengo muchas ganas de ir a Murcia y a esa corrida tan especial. Va a ser una tarde muy emotiva en la que ojalá los toros nos ayuden un poquito y podamos hacer disfrutar con nuestro toreo a toda la gente que vaya a la plaza.
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